IGLESIA "SAN AGUSTÍN"

Al igual que un espejo refleja nuestra imagen, la tercera iglesia refleja el alma de nuestra ciudad en un momento específico del tiempo. Sus características arquitectónicas y su ubicación hablan de las costumbres, las creencias y las aspiraciones de aquellos que la construyeron.

- ANTIGÜEDAD
Nacida en el siglo XVII en el año de 1873, su construcción fue un lento proceso que se extendió a lo largo de los años.
Lastimada por el terremoto de 1868, se levantó nuevamente de sus escombros, como un árbol que renace tras la tormenta.
Tras varios años de paciente labor, en 1935, finalmente se alzó majestuosa, fruto de la perseverancia y el esfuerzo de muchas generaciones.

- ESTÉTICO FORMAL

La iglesia, adornada con dos torres gemelas que se elevan hacia el cielo, es una joya arquitectónica.
Arcos de medio punto y rebajados, como notas musicales, crean una sinfonía visual.
La piedra, labrada con delicadeza, revela la elegancia y la sobriedad del estilo neoclásico, transportándonos a otra época.
- TIPOLOGÍA FUNCIONAL
Desde el atrio, un umbral que invita a la reflexión, se accede al sagrado recinto.
La nave, como un camino que asciende hacia el cielo, nos conduce al corazón del templo: el presbiterio, elevado como un trono celestial.
El nártex, un espacio de transición entre lo terrenal y lo divino, nos prepara para la experiencia espiritual.
Espacios auxiliares, como celdas y salones, complementan este lugar de encuentro y misión.

- TÉCNICO CONSTRUCTIVO
La edificación, nacida de la tierra y moldeada por las manos del hombre, se alza como un testimonio del tiempo.
Sus muros, de tierra apisonada y piedra, son un abrazo que nos envuelve.
La madera y la teja, materiales nobles y duraderos, visten su cubierta, protegiéndola del sol y la lluvia.
La portada, labrada con esmero, nos invita a entrar en un mundo de belleza y espiritualidad.
HISTÓRICO-TESTIMONIAL-SIMBÓLICO
Como un faro en medio de la tormenta, esta iglesia se mantuvo en pie, desafiando al tiempo y a la furia de la naturaleza. Testigo de la fe inquebrantable de su pueblo, ha sido refugio y consuelo durante siglos.
En su interior, imágenes sagradas, como Nuestra Señora de la Consolación y el Señor del Amor, han sido veneradas por generaciones, ofreciendo esperanza y consuelo.
CONTACTO
Av. García Moreno 3-57 y Rocafuerte, Ibarra, Ecuador
098 797 7370
parroquiasanagus1@gmail.com