"Siete templos, siete corazones que laten con la ciudad de Ibarra. Más allá de simples edificaciones religiosas, son guardianes del tiempo, testigos silenciosos de nuestra historia y legado. Sus muros, como pergaminos milenarios, han absorbido las emociones de generaciones enteras, convirtiéndose en el alma misma de nuestra comunidad. Cada piedra, cada columna, cada pincelada, es una palabra escrita en el lenguaje eterno de la arquitectura, un fragmento de un rompecabezas que nos revela nuestros orígenes y nos conecta con aquellos que nos precedieron."
A menudo, los tesoros más valiosos son los menos conocidos. Esta iglesia, es la última en recibir el reconocimiento como patrimonio cultural, ha permanecido durante mucho tiempo oculta a los ojos del mundo. Sin embargo, detrás de sus muros se esconde una historia fascinante que merece ser descubierta y compartida."
Nuestra ciudad es un crisol de culturas y tradiciones, y la sexta iglesia es un reflejo de esta diversidad en su máxima expresión. Con influencias de diferentes estilos arquitectónicos, este edificio es un símbolo de la unión de la humanidad y la búsqueda de un sentido universal.
La quinta iglesia no es solo un monumento al pasado, sino también una inversión en el futuro. Con su diseño innovador y su enfoque en la comunidad, este edificio garantiza que nuestra fe perdure a lo largo de las generaciones.
Más allá de ser un lugar de culto, la cuarta iglesia se convirtió en un espacio de encuentro y diálogo para personas de diferentes orígenes y creencias. Su arquitectura abierta y acogedora fomenta la interacción y la construcción de la comunidad.
Al igual que un espejo refleja nuestra imagen, la tercera iglesia refleja el alma de nuestra ciudad en un momento específico del tiempo. Sus características arquitectónicas y su ubicación hablan de las costumbres, las creencias y las aspiraciones de aquellos que la construyeron.
En las profundidades del tiempo, donde la historia se entrelaza con la fe, se erige un testigo silencioso de civilizaciones pasadas. Nuestra segunda iglesia, es un santuario ancestral, encierra secretos que trascienden generaciones.
La historia de nuestra ciudad se escribe en piedra, y la primera iglesia es un capítulo fundamental de este relato.Tras el terremoto que sacudió a la ciudad de Ibarra en 1868, la iglesia " La Catedral" fue fundada cuatro años más tarde en 1872, donde la fe levantó sus muros.